Blogia
unbohemioensevillaeste

los personajes segundarios

Los personajes

Éste es mi primer artículo en mi blog, se me hace un poco raro escribirle "al mundo", pero bueno, por probar que no quede. A lo largo de vuestros vistazos a este link tan "casual" (pronunciado en inglés), veréis que hablo de la gente que me rodea como los personajes "segundarios", que a partir de ahora dejará de ser escrito entre comillas. Es algo interesante porque asi me es más fácil hablarle al mundo de mi vida como si fuera una película o una novela en la que yo soy el protagonista, que lo soy simplemente porque pa’ eso la escribo yo. Bueno, mi primer artículo quiero que vaya dedicado a ellos, a los personajes segundarios, o por lo menos, dar una explicación de porque son.

Personajes segundario es aquel que sin captar demasiado la atención de la cámara juega un papel vital en una película, ese que aunque el escritor no describa hasta que te hagas imaginar como son sus uñas de los pies, sabes que tarde o temprano va a salvar al protagonista de una bomba, de una serpiente, de liarse con la tipa equivocada... Hay veces que pueden ser incluso los verdaderos héroes, si os fijáis bien podréis comprobar que es Sam Sagaz quien convence a Frodo de que tiene que ir a Mordor a tirar el anillo, cosa que para el que no se haya leido el libro, no diré si hace o no al final. Son una gente importante, realmente, son la gente más importante, mucho más que el protagonista.

Pero no sólo hay personajes segundarios buenos, también los hay malos malísimos o los hay incluso que pueden llegar incluso a ser tontos. Moriarti, Darth Vader, el Príncipe Juan, Richelieu... y tontos como los hermanos Dalton, el pelirrojo de Scubidoo (o como se escriba)... También están los que son tontos pero son buena gente, como Neville Longbottom y esa calaña, son tontos, pero adorables. Bueno, de esta clase de gente solo hablaré en clave, salvo de los últimos, de los cuales no diré que son tontos.

Bueno, dada la explicación, mañana o pasado empezaré a hablaros sobre mis personajes segundarios. Son las casi las tres de la madrugada, asique es menester despedirse por hoy a lo Mafalda: ¡Buenos días, mundo!